Los Doce Pasos de la Unidad
Unidad – Algo que está completo
por sí mismo con una singularidad de propósito, de pensamiento y espíritu.
Para el jugador compulsivo que
entra por la puerta con el deseo y necesidad de dejar de jugar y con un deseo de
convertirse en un miembro de Jugadores Anónimos el sencillamente dejar de jugar
y restaurarse uno mismo a una manera de pensar y de vivir normal a veces parece
una tarea tremenda. Al principio hay
una confusión mental comprensible y una impaciencia normal. Tratamos de abrir nuestras mentes para
compartirlas con otros que han experimentado los primeros pasos de
recuperación.
El nuevo miembro a menudo
bloquea cualquier discusión del Programa de Unidad por un período largo de
tiempo y aún aquellos miembros que se han abstenido de jugar por períodos
largos a menudo evitan o ponen a un lado la necesidad de hablar y la aceptación
del Programa de Unidad por una variedad de razones. Sin embargo, la verdad del asunto es que hay una gran necesidad
de entender nuestro progreso y nuestra recuperación que se hacen factibles por
las herramientas que están a nuestra disposición y que forman los Pasos de
Unidad.
El Programa de Unidad de
Jugadores Anónimos es un marco de referencia para el bienestar de los grupos
individuales y de la sociedad en su totalidad.
El Programa de Unidad se delinea en Doce Pasos y tiene la intención de
asegurar la continuidad y perpetuidad de Jugadores Anónimos.
Para mantener la Sociedad para
los miembros presentes y futuros, tanto los individuos como los grupos siguen
los conceptos probados en los que se basa el Programa de Unidad. La esencia de este programa es la
preservación del bienestar común y que los miembros entiendan que lo que es
mejor para el grupo es lo mejor para cada persona.
El Programa de Unidad sirve
para proteger a la sociedad de los trastornos.
Los miembros trabajan juntos bajo los principios de unidad para
preservar y perpetuar para sí mismos y otros jugadores compulsivos la
oportunidad de recuperarse y de crecer dentro de la Sociedad.
Nuestro bienestar
común debe ser lo primero; la recuperación personal depende de la unidad del
grupo.
Nuestro bienestar común se basa
en el deseo de dejar de jugar y de resolver nuestro problema común. La recuperación personal depende de esta
meta común. Cuando se mantiene la
abstinencia del juego, mejoramos nuestra calidad de vida. Así vemos que nuestra meta común es primaria
y nos recuperamos individualmente en unidad con los demás. Un grupo que esté en problemas debido a los
problemas de personalidad, indiferencia a los demás, ambiciones individuales,
súper-egos, habladores compulsivos, miembros que trastornan y otros que
abiertamente indican que la unidad del grupo no es esencial, ciertamente no
podrá llevar el mensaje y con el tiempo el grupo dejará de existir de hecho.
El juego podrá trastornarse y
tal vez destruir al jugador pero una persona que juegue no puede destruir al
Grupo. En los primeros días nos
preguntábamos si el Grupo podría sobrevivir muchas recaídas individuales. Hoy, sabemos que el Grupo sobrevivirá.
Nuestros líderes
son solo servidores de confianza; ellos no nos gobiernan.
Los Jugadores Anónimos se
confían principalmente en la conciencia del grupo para seguir funcionando. A los líderes dentro de la Sociedad se les
confia para que lleven a cabo la voluntad de conciencia del grupo. Tienen responsabilidades asignadas pero
actúan solamente dentro de la autoridad que el grupo les ha concedido para
servir al grupo.
Seremos responsable si elegimos a Servidores Confiables
irresponsables que no puedan servir al grupo de la manera determinada por la
“Ultima Autoridad” que es el concepto espiritual de “La Conciencia del Grupo.” No fueron elegidos para mandar, ordenar, exigir,
cambiar, alterar, sino simplemente para servir y expresar las opiniones
determinadas por el grupo por medio de una consideración concienzuda de las
opiniones expresadas por todos los miembros de ese grupo. Los Servidores Confiables de cada grupo se
rotan, de tal manera que cada uno de nosotros pueda recordar que servimos al
bien de todos sin autoridad sobre nadie.
El ego y orgullo tienden a
perderse si uno escucha a la conciencia del Grupo. La aceptación es el espíritu y el rasgo que nos puede ayudar a
vencer.
Sin importar quién se es, o qué
tan graves sean sus complicaciones emocionales, legales o financieras,
Jugadores Anónimos le da la bienvenida a cualquier persona que demuestre un
deseo de dejar de jugar. Para la
membresía no se necesita que uno pague cargos o que firme una promesa. Aquellos que han regresado al juego son
especialmente alentados a asistir a las juntas y a obtener ayuda porque es el
deseo de dejar de jugar – no la abstinencia – lo que se requiere para la
membresía.
El expresar el deseo de dejar
de jugar no siempre significa que el miembro podrá sobreponerse a la tentación
fuerte de jugar, sin embargo el deseo es el requisito.
Cada grupo de Jugadores
Anónimos tiene una gran libertad para conducir sus asuntos dentro del marco de
la Sociedad. Esto preserva la libertad
de escoger la cual es tan importante para la conciencia del grupo. El comportamiento de cada grupo se limita
solamente por la medida en que sus acciones entren en conflicto con el Código
Guia de Jugadores Anónimos.
Qué tipo de junta, cuánto dura
la junta, si hay descanso o no hay descanso etc., no afecta a nadie sino sólo a
las personas que asisten a la junta.
Sin embargo, el romper el anonimato es algo que afecta a otros y no es una
decisión del grupo.
Jugadores Anónimos
tiene solo un propósito principal – llevar su mensaje al jugador compulsivo que
todavía padece esta compulsión.
La dirección personal y el
propósito de vida a menudo son diferentes para cada uno de nosotros pero ojalá
todavía recordemos que el lazo común de responsabilidad que todos compartimos a
nivel de grupo es de llevar el mensaje de esperanza al jugador compulsivo que
todavía padece. Debe notarse que el
jugador compulsivo que todavía padece pudiera estar sentado junto a usted en la
junta así como aquéllos que jamas han oído de Jugadores Anónimos.
El alcanzar a los jugadores
compulsivos es una meta mayor alrededor de la cual los miembros de Jugadores
Anónimos se pueden reunir en unidad. La
perpetuidad de la Sociedad depende de la prática de este principio.
La razón de esta sencillez de
propósito es maximizar la eficiencia de los esfuerzos de la Sociedad para
llevar el mensaje a los jugadores compulsivos que todavía padecen dentro o
fuera de la Sociedad. El regalo de la
recuperación funciona mejor cuando se comparte.
Jugadores Anónimos
nunca deberá apoyar, financiar o prestar el nombre de Jugadores Anónimos a
cualquier institución relacionada o empresa ajena para que no vaya a ser que
problemas de dinero, propiedad y prestigio nos desvíen de nuestro propósito
principal.
Lo más fundamental en este punto es la conciencia constante
que Jugadores Anónimos desea cooperar pero no “afiliarse” con ninguna empresa
externa. Cualquier otro curso presenta
la posibilidad que la controversia, que se esconda por detrás de los motivos y
dirección de cualquier grupo o persona de buenas intenciones, cree una
distracción del propósito principal de Jugadores Anónimos. Si fuéramos a aplicar nuestras energías a
“asuntos relacionados” apartaríamos entonces el tiempo y la atención requerida
para compartir con el jugador compulsivo que todavía padece? Y sufriríamos entonces de las luchas
internas al estar alegando sobre dinero, reglas, requerimientos? Da miedo?
Sí, da miedo. Por lo tanto,
preservamos la tradición de no prestar el nombre de Jugadores Anónimos.
Jugadores Anónimos funciona en gran parte debido a que el
programa se mantiene puro de intereses externos. Se desperdiciarían energía, tiempo, dinero y esfuerzos apoyando a
cualquier causa externa u organización.
Tal apoyo sería dañino a la aceptación pública de los grupos
individuales o de la Sociedad en su totalidad.
El apoyo de cualquier grupo fuera de la Sociedad también llevaría a
desacuerdos internos. Por esta razón,
Jugadores Anónimos no toma parte en causas políticas o en asuntos públicos.
Esta tradición nos advierte mantenernos dentro del área en la
que somos expertos. Que un jugador le
ayude a otro es la razón de nuestra existencia. Debemos limitar nuestras acciones a ayudar a otros jugadores
compulsivos para obtener el resultado máximo y sin la posibilidad de ofender a
nadie.
Cada Grupo de Jugadores
Anónimos deberá auto-financiarse por completo, rehusando donativos ajenos al
Grupo.
Para poder mantener la independencia de la Sociedad en su
totalidad así como la de los grupos individuales, Jugadores Anónimos no acepta
contribuciones externas. Esta política
se sostiene con el objeto de que no haya ningún control o influencia indebida
que pueda ser ejercida sobre Jugadores Anónimos, desde fuera o desde
dentro. Al permitir contribuciones
externas tanto los grupos como los miembros se privarían de ejercer la
responsabilidad sobre sus asuntos y sus obligaciones con la sociedad.
Si se permitiera que cualquier persona, que no sea miembro,
contribuyera a Jugadores Anónimos, tal persona podría esperar el derecho de
expresar su opinión sobre la manera en que decidamos manejar la Sociedad.
Jugadores Anónimos
deberá permanecer para siempre como una entidad no profesional pero nuestros
centros de servicio pueden emplear a trabajadores especiales.
Jugadores Anónimos opera con base en el principio que los
jugadores compulsivos se pueden ayudar mejor unos a otros a recuperarse sin la
ayuda de servicios profesionales externos.
Creemos que somos las personas más calificadas para llevar a cabo los
asuntos de la Sociedad.
La validez de la asistencia profesional no está en
cuestión. Los miembros de Jugadores
Anónimos son alentados para buscar ayuda externa, de requerirse. Sin embargo, si los terapeutas profesionales
operaran dentro de la Sociedad, sus puntos de vista pudieran estar en conflicto
con los principios de Jugadores Anónimos.
Al permanecer no profesional, Jugadores Anónimos evita las controversias
que inevitablemente surgirían.
Se hace bastante claro que hay necesidad de emplear a
trabajadores especiales para manejar las funciones necesarias de una oficina
diseñada para cumplir con ciertas responsabilidades de Jugadores Anónimos. Sin embargo, los conceptos principales son
nuestra responsabilidad con un nuevo miembro – consejo, guía, juntas de alivio,
etc., así como la necesidad de crear una conciencia para los demás de que existe
un programa de recuperación por medio de Jugadores Anónimos, deberán permanecer
libres de cualquier remuneración económica, teniendo en mente que debemos de
retornar lo que hemos recibido.
Jugadores
Anónimos, como tal, nunca debe tener una organización; pero podemos crear mesas
o comités de servicio con responsabilidad directa hacia los que sirven.
Jugadores Anónimos se maneja con un espíritu de servicio y no
por la fuerza de la autoridad recibida.
Para poder evitar los problemas inherentes a la autoridad, Jugadores Anónimos no está organizada de
ninguna manera formal. La Sociedad no
tiene una dirigencia central autónoma.
Las mesas de servicio que han sido creadas no tienen un poder de veto
formal y son responsables con la voluntad de la membresía en su totalidad.
La Oficina de Servicio Internacional, el Consejo de Regentes y
el Consejo de Directores han sido establecidos por la membresía de Jugadores
Anónimos para administrar y guiar a la Sociedad. Estos grupos no tiene poder por sí mismos sino que son
responsables los unos con los otros y a la membresía en su totalidad.
En todos y cada uno de los niveles asumimos responsabilidad,
no autoridad, porque se necesita que haya una manera que el trabajo se realice.
Jugadores Anónimos
no tiene opinión alguna sobre asuntos ajenos; por lo tanto, el nombre de
Jugadores Anónimos nunca debe de participar en ninguna controversia pública.
La supervivencia y el crecimiento de Jugadores Anónimos es de
una importancia mucho mayor que el tomar posiciones sobre cualquier asunto externo
a la Sociedad. El hacer
pronunciamientos públicos en asuntos no relacionados con la sociedad llevaría
inevitablemente a dividir al grupo. Las
personas naturalmente tendrán opiniones diferentes y eventualmente esas
diferncias pudieran erosionar la unidad del grupo. Al ocuparse de asuntos externos, la concentración de la Sociedad
se distraería de nuestro propósito principal que es ayudar a la recuperación de
los jugadores compulsivos. La
asociación del nombre de la Sociedad con cualquier controversia pública
necesariamente antagonizaría alguna porción del público en general. Al evitar las controversias, tanto los
grupos individuales como la Sociedad en general podrán concentrarse en las
metas y principios de Jugadores Anónimos.
Siempre deberemos estar disponibles para asistir a los demás
en obtener información concerniente al problema del juego compulsivo sin dar
nuestra opinión.
Nuestra política
de relaciones públicas se basa en la atracción en vez de la promoción; siempre
necesitamos mantener un anonimato personal ante la prensa, la radio, el cine y
la televisión.
Jugadores Anónimos no se compara a sí mismo con ningún otro
grupo, ni se ufana de sus logros y habilidades con el público. Sin embargo, Jugadores Anónimos se pone a la
disposición de cualquier grupo interesado en la Sociedad o en el problema del
juego.
Para que la Sociedad sea visible, Jugadores Anónimos informa y
educa al público sobre el problema del juego compulsivo y sobre la Sociedad
misma. Las historias personales de los
miembros en los periódicos, revistas, en la radio y televisión, así como en
anuncios, ayudan a expander la conciencia de Jugadores Anónimos. La Sociedad no se vanagloria del nombre de
Jugadores Anónimos o de sus méritos como grupo – en vez de ello, trabaja para
alentar a los jugadores compulsivos a asistir a las juntas.
Siempre se deberá evitar la publicidad personal y el anonimato
se debe preservar cuidadosamente porque la Sociedad de Jugadores Anónimos en más
importante que cualquier miembro individual. Al mantener esta política, cualquier problema que se relacione con
un miembro individual no podrá dañar a la Sociedad. De manera similar, cualquier logro alcanzado por las personas que
trabajen en el programa benefician al grupo en su totalidad. Este paso es un recordatorio constante y
práctico que la ambición personal no tiene lugar dentro del programa de
relaciones públicas de la Sociedad.
Hay una necesidad de presentar al público el conocimiento del
problema del juego compulsivo, de sus efectos y del programa de recuperación
que ofrece la Sociedad de Jugadores Anónimos.
Esto puede lograrse con respecto y dignidad. Dentro del significado de este Paso de Unidad no es romper el
anonimato si escogemos relatar a la familia, a los amigos, vecinos, compañeros
de trabajo que somos miembros de Jugadores Anónimos.
La Sociedad no se ufana de sus logros ni anda tocando tambores
para atraer nuevos miembros. No
promocionamos el nombre deJugadores Anónimos.
El anonimato es la
base espiritual del programa de Jugadores Anónimos, siempre recordándonos que
hay que prestar más importancia a los principios que a las personalidades.
Nuestro anonimato puede considerarse la expresión más sencilla
de humildad. De la misma manera que los
Doce Pasos de Recuperación tratan con nosotros de manera individual, los Doce
Pasos de Unidad nos ayudan a trabajar con los demás.
Los Doce Pasos de Unidad repetidamente piden a las personas
que abandonen sus deseos personales por el bien común. El espíritu de humildad, que es la base de
anonimato, prevalece. Los miembros con
gusto sacrificarán su identidad personal para preservar la reputación colectiva de la Sociedad y del grupo. Las ideas y deseos de una persona a veces
tienden a ser suprimidos para preservar la unidad del grupo. Se puede decir que lo que cuenta es “lo que
se dijo” no quién lo dijo.
En Jugadores Anónimos, los principos de la Sociedad se colocan
antes de las personalidades, sin excepción.
Con la práctica del anonimato, el principio de humildad realmente
funciona y es esta calidad que abarca todo lo que penetra en la vida de Jugadores
Anónimos en todos los lugares.